Qué será de ti
cuando el otoño no llegue
cuando la caricia de una vida
sea una sombra perdida,
la sombra de esos años,
los de ahora, los sin nombre.
Qué serán entonces
cuando la memoria sea un recuerdo.

Como será cuando duermas,
y qué será de tus palabras
de tus ansías, de tus pasos,
de la paz de tus besos,
de tu filosofía y de la mía,
si Voltaire, si Foucault
si... la vida.

Qué será del recuerdo de la ausencia
conminando la presencia eterna.
De nuestras mentes,
de la daga infinita y lenta,
del amor del alma, o solo de alma.
Del estar y no, del haber estado y sí,
de las noches con olor a whisky.

Qué será de tu orgasmo vibrante de mil besos
y de esta décima de segundo
que estaré presente en el temblor sublime,
de ese momento excelso.

Qué será de ti con los años
qué será de esta locura...
Qué sera de ti
de mi... lo intuyo.
En esta cosmografía de lo inaudito
de lo innombrable, de nuestros susurros.
Como serán entonces
los hijos que no pariremos.

Si es niña...
¿Le pondrás mi nombre?